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Biografía
Creciendo en Richmond, California, trabajé en el supermercado de nuestra familia hasta que me fui a la universidad. De niño, cuando mi hermano y yo nos peleábamos, mi abuela inmigrante nos decía: "Si ustedes niños no lo detienen, los enviaré a Petaluma". Irónicamente, mi esposa y yo nos mudamos a Petaluma para criar a nuestra familia.
Solo fui la segunda persona de mi familia en ir a la universidad. Comencé en ingeniería, pero cambié a Medicina porque prefería cuidar de pacientes. Conocí a mi esposa, la Dra. Donna Norquist, mientras estudiaba medicina y vinimos al condado de Sonoma para comenzar nuestras carreras. Criamos a nuestros hijos, Sean 31, y Gina 29, aquí en Petaluma, donde mi abuela venía a comprar pollos para su supermercado. Entrené a los equipos de fútbol y baloncesto de primaria y secundaria de mi hija, donde teníamos equipos de primera y segunda liga, y recibí el don de presenciar a mujeres jóvenes aprender valiosas lecciones sobre ellas mismas.
Después de retirarme de la medicina en 2009, quería enseñar y participar más en la comunidad de lo que pude con una práctica ocupada. Me convertí en mentor de Mentor Me y luego me desempeñé como Presidente de su Junta Directiva. Enseñé Biología, Anatomía y Fisiología en la Escuela Secundaria Casa Grande como sustituto a tiempo completo, y fui Asesor Asistente para estudiantes de certificado ocupacional en Salud. En UC Davis enseñé Introducción a la Salud Pública y trabajé como Profesor Clínico Asistente de Ciencias de la Salud Pública y Medicina Interna.
Gradualmente, mi servicio público se convirtió en compromiso político. Completé un período de 2 años en la Comisión Juvenil de la Ciudad de Petaluma que representa a Petaluma en el Grupo Asesor de Partes Interesadas en la Acción Climática 2020 del Condado de Sonoma. Durante los últimos 5 años, trabajé como voluntario de la campaña de Bernie Sanders; trabajé para la aprobación y el acceso a la Ley de Opción de Fin de la Vida; apoyé y defendí los derechos de los inmigrantes; abogé por la atención médica de pagador único, y por las campañas locales en Petaluma por un salario mínimo de $15 y una ordenanza de desalojo por causa justa.
Hace dos años me postulé para un puesto en el Ayuntamiento, motivado por el compromiso de defender nuestro derecho a un futuro saludable para nosotros y nuestros hijos. Ese futuro debe incluir una economía local próspera para proporcionar un medio de vida seguro, viviendas asequibles, calles seguras y una respuesta decidida a la emergencia climática. Pude haber perdido por 342 votos, pero no perdí mi dedicación a preservar el carácter único de nuestra ciudad al asegurar que el crecimiento beneficie más a los ciudadanos de Petaluma que a los promotores inmobiliarios.
Me presento una vez más con continua devoción a estos mismos principios. Ahora nos enfrentamos a aún más amenazas para nuestro bienestar: COVID-19, la emergencia climática, una inminente crisis financiera, la amenaza de más incendios forestales, el racismo y el empeoramiento de la disponibilidad de viviendas asequibles. Para enfrentarnos con efectividad a estos desastres necesitamos un Ayuntamiento robusto que aborde las causas de raíz, no los síntomas, así como luche para que mis pacientes reciban la mejor atención posible. Lucharé por un Petaluma saludable, fuerte e inclusiva.
